En 4 años pasan muchas cosas. Como suele decirse, ha llovido mucho desde entonces. Cambios de todo tipo no sólo a nivel planetario, sino sobre todo (¿acaso no es lo importante?) a nivel personal e individual. Vivimos en un mundo vibrante, frenético e impaciente, capaz de reconfigurarse y adaptarse a múltiples niveles en poco menos de un lustro. Igual que las personas.
El mundo al que dedico estas líneas no es el mismo al que me dirigía hace 4 años, en aquel Octubre de 2009 donde hablaba de un nuevo servicio de música online que me había llamado la atención, marcando con ello un larguísimo punto y aparte para este rincón de mi vida que durante varios años fue Sistema Anoat.
Sistema Anoat en Blogger. Qué tiempos…
Creo que ha llegado el momento de cerrar el ciclo. De despedir esta etapa. De poner punto y final a este humilde blog que durante tantas semanas logró arrancar alguna que otra sonrisa tanto para el que escribía como para el que leía mis disparates. Es inevitable recordar con nostalgia esos tiempos en los que las redes sociales apenas empezaban a despuntar, Megaupload hacía de nuestras vidas un camino de rosas y algo tan simple como insertar un vídeo de Youtube en la entrada del blog (emebebido, que se dice ahora) se consideraba algo innovador. Ahora tenemos una doble vida en Facebook, los gestores de descarga directa pugnan por la hegemonía y los memes de todo tipo y pelaje inundan la blogosfera. Ya nada es igual.
Al igual que el planeta, una persona cambia mucho en 4 años. Evidentemente, para bien o para mal, no soy el mismo que era entonces. Ni mejor, ni peor, simplemente diferente. Enfoco las cuestiones desde otro prisma, forjado por experiencias que antes no tenía. Es la vida.
Sistema Anoat jamás tuvo un entierro digno. Es algo que siempre ha estado en tareas pendientes, procrastinándose hasta el infinito. Con el paso de los años mi querida bitácora se ha convertido en un rico pasto para spammers y bots, un irritante recordatorio del nivel de dejadez al que ha sido sometido un proyecto que en sus tiempos llegó a contar con una buena cantidad de amigos y visitantes. A todos vosotros, gracias. Gracias a todos los viejos y nuevos amigos que siguieron fielmente los Momentos Entrañables Bérriz, la Fauna de Autobús y el resto de mis locuras. A los que comentasteis en los posts, y los que los compartisteis cuando todavía existía el añejo Soy Fan. A los que estuvisteis ahí de un modo u otro, tanto en Blogger como en WordPress, gracias.
Todos esos momentos se perderán, como lágrimas en la lluvia…¿o quizás no? Los que me conocen saben que no puedo escapar del entorno digital. Es parte de mí, y lo ha sido en este tiempo tanto en el entorno lúdico como en el profesional. Por ello, no descarto abrir un nuevo blog en un futuro próximo. Menos disperso, acorde a los tiempos actuales y con contenido de calidad.
Lo admito, hubo un tiempo en el que pensaba que el auge de las redes sociales hacía innecesaria la existencia de un blog. El impertinente y descarado espejo social desnudaba todas nuestras intimidades hasta el punto en el que un diario online parecía una idea obsoleta fruto de tiempos más simples. El tiempo me quitó la razón. Lejos de morir, los blogs se han visto reforzados por ese preciso componente de sharing que permiten las redes sociales. Se acabaron las newsletter y los lectores de feeds. Basta con seguir las redes sociales para estar al tanto de cuándo hay actualizaciones. Esto conlleva que más gente conozca tu proyecto, y en consecuencia se incremente el feedback. Esto lleva al posicionamiento y un mayor conocimiento global. Irónicamente, el barullo social ha evolucionado hacia una tendencia minimalista, cercano al espíritu de los antiguos fotologs con ideas bien recibidas como Tumblr, o Pinterest, devolviendo la idea de que en ocasiones menos es más. Si lo sabremos los twitteros.
Sólo el tiempo lo dirá. El mismo tiempo que me permite mirar atrás y recordar con cariño este pedacito de mi vida que fue Sistema Anoat. Ahora debe irse, su planeta le necesita.
Muchas gracias a todos, y que la Fuerza os acompañe. Nos leemos pronto.